domingo, 31 de diciembre de 2017
viernes, 8 de diciembre de 2017
domingo, 22 de octubre de 2017
domingo, 15 de octubre de 2017
viernes, 13 de octubre de 2017
jueves, 12 de octubre de 2017
Maravillas
"A veces pienso que hay un verdadero abismo entre la gente que anda por las calles, y yo. Me doy cuenta de que todos andan de un lado a otro ocupados en sus cosas, sin maravillarse del absurdo en que están inmersos. Yo no puedo dejar de maravillarme, y es en ese preciso punto en que comienza el sentimiento de lo maravilloso cuando la ciudad se redime y se transforma, para mí, en arte. De sufrir la ciudad paso a disfrutarla: la velocidad de los automóviles, la furia automática de los automovilistas, la carrera agotadora sin fin, con su tendal de vidas, la ansiedad, el atroz desequilibrio; el ruido, el humo, la muerte amenazando en cada cruce, el desgaste inútil de los nervios de las personas, de las vidas de las personas. Es como un cuadro lleno de fuerza, pintado por un loco; es arte, el arte más elaborado, más audaz, más avanzado; arte contemporáneo en permanente evolución. Es el fin de la razón, es el comienzo de la liberación. Las personas ya no son personas, son como los colores que utiliza el artista. Y el artista soy yo, y el único espectador soy yo, y el espectáculo comienza cuando yo llego." —Mario Levrero, El alma de Gardel
sábado, 7 de octubre de 2017
martes, 3 de octubre de 2017
domingo, 1 de octubre de 2017
jueves, 24 de agosto de 2017
Ciclos I
“The most authentic endings are the ones which are already
revolving towards another beginning.”
— Sam
Shepard
miércoles, 2 de agosto de 2017
viernes, 23 de junio de 2017
jueves, 22 de junio de 2017
viernes, 9 de junio de 2017
viernes, 26 de mayo de 2017
jueves, 25 de mayo de 2017
Revival
(DIGITAL TRENDS / Claudia Sandoval, Mayo 23, 2017). Un refugiado iraní y tres videógrafos británicos fueron los ganadores del concurso Elton John: The Cut, en el que los participantes reinterpretaron visualmente tres clásicos del cantante de los años 70: “Rocket Man”, “Tiny Dancer” y “Bennie and the Jets”. // El propio artista formó parte del jurado en el que también estuvieron Jeffrey Katzenberg, ejecutivo de Hollywood, y Melina Matsoukas, directora de clips musicales como “Formation”, de Beyoncé. // Los ganadores del concurso, que de alguna forma buscaba actualizar los clásicos del cantante para la generación de milenio, fueron dados a conocer durante el Festival de Cine de Cannes. // De los tres ganadores, quizá el video más impactante fue el de Majid Adin, un videógrafo y refugiado iraní que le dio nueva vida a Rocket Man con un video animado en el que compara la experiencia solitaria y esperanzadora de un refugiado con la de un astronauta. // Adin viajó por toda Europa durante la crisis de refugiados de 2015, pasando tiempo en el infame campo de Calais antes de recibir asilo en el Reino Unido, donde ahora trata de reconstruir su vida como artista. // Jack Whiteley y Laura Brownhill trataron de contar la historia de cómo se formó “Bennie and the Jets” con una interpretación futurista que usa moda y coreografía de vanguardia. Finalmente, Max Weiland realizó un homenaje a California para “Tiny Dancer” siguiendo la vida de varios residentes de Los Ángeles mientras están detrás del volante. // El concurso fue apoyado por YouTube y buscaba marcar el aniversario 50 de la colaboración entre John y el compositor Bernie Taupin. // “Me he emocionado y sorprendido por estas reimaginaciones de nuestras canciones y el proceso en general. El futuro de la creatividad es claramente colaborativo, fusionando arte y tecnología y ha sido fantástico abrir nuestro trabajo a la próxima generación de talento creativo y compartir ese proceso con el mundo en YouTube”, dijo John en un comunicado.
domingo, 21 de mayo de 2017
sábado, 20 de mayo de 2017
jueves, 11 de mayo de 2017
viernes, 28 de abril de 2017
La huella digital
Ángel Quintana
La
alternativa que se establece desde la institución arte en torno de la imagen
digital no hace más que sentar las bases para la construcción de una nueva
reflexión sobre la creación de otras texturas plásticas capaces de generar
nuevas vibraciones visuales que puedan alterar la conciencia. De modo parecido
a la animación mediante imagen de síntesis, el net art surge como un territorio apto para la creación de nuevas
imágenes expresivas. A pesar de situarse la imagen de síntesis en la esfera
figurativa y la imagen artística en la abstracta, en lo representado y en el médium, ambas minimizan el efecto
documental de la imagen dentro la esfera digital. Parece como si lo
analógico/fotográfico fuera un efecto del pasado: un simple paréntesis en la
historia de la cultura visual. La cuestión no deja de resultar paradójica ya
que la función documental de la imagen, su deseo de capturar el mundo, no solo
no ha perecido sino que ha ampliado su capacidad de uso. Con el cambio de
siglo, lo que definitivamente ha perecido ha sido el culto al valor de la
huella como depósito de la verdad de la imagen. En nuestro presente no existen
imágenes únicas y originales. Todas las imágenes circulan y todas son
susceptibles de ser alteradas.
Las
múltiples pantallas que pueblan la iconosfera han revalorizado el papel que
puede tener la imagen como documento, incidiendo en el ámbito familiar donde se
ha empezado a configurar un deseo de documentar toda la experiencia en
imágenes. La implicación de la imagen con el tiempo vuelve a resurgir en una
imagen doméstica centrada en la búsqueda de sistemas de filmación de lo
perecedero. Este deseo de documentar no afecta solo a las imágenes ligeras que
pueblan las multipantallas de la iconosfera, sino también […] a todo el proceso
de reconfiguración de la imagen documental. El auge que ha experimentado en los
últimos años el documental contemporáneo es una prueba patente del deseo que ha
experimentado la imagen para encontrar su lugar frente a ese proceso de
hibridación de la imagen. En un momento en que lo real de la representación no
cesa de ocupar el espacio de la representación de lo real para recuperar su
sentido, el cine parece necesitar recuperar sus lazos con el documento.
El
digital ha alimentado ese deseo de captura de los vestigios de lo transitorio,
el afán de registrar el mundo para poder volver a hacerlo visible. El gesto no
ha servido para resucitar una categoría como el cine documental, entendido en
el sentido ortodoxo del término, sino para cuestionar la tenue frontera que
separa lo ficticio de lo real. Lo auténticamente nuevo no surge del camino que
conduce hacia lo virtual, sino del proceso de hibridación de la imagen. Las
filmaciones en cámara digital conservan, e incluso incrementan, su apariencia
de documento, a pesar de que han sido capturadas por una tecnología que ha
anulado el valor que poseían como índice. La hibridación entre reproducción y
representación es lo que marca el signo del tiempo y lo que hace compleja la
naturaleza de las imágenes. En un momento en el que existen múltiples formas de
circulación de imágenes de todo tipo, la hibridación del medio se ha convertido
en el punto de partida de una posible hibridación de las imágenes de lo real,
mientras la relación de la imagen con el factor tiempo no cesa de fortalecerse.
De “La
hibridación de lo real: la huella digital”
Incluido en Imaginar la realidad:
Ensayos sobre la representación de la realidad
en el cine, la televisión y los nuevos medios
Comunicación
Social Ediciones
Sevilla-Zamora,
2010
jueves, 27 de abril de 2017
La imagen pensante
Emilio Bernini / Daniele Dottorini
En una consideración
genealógica, puede decirse que ese modo de ver la imagen sin subordinarla a su
función (en la narración, en el sintagma), sin someterse a su finalidad, fue
posible en el cine clásico y había sido explotada deliberadamente se diría en
el cine de las vanguardias y del modernismo. Pero importa el cine clásico, cuyo
régimen de representación mimético parecía indicar, prefigurar, todos los
sentidos de su visión, antes que la respuesta modernista de apertura y
dispersión deliberadas, al romper las continuidades espacio-temporales de
montaje y otorgar a las imágenes funciones paradigmáticas más que sintagmáticas.
En el cine representativo, el espectador puede aún liberar la mirada, porque
incluso hay allí imágenes “ociosas”, que no cumplen necesariamente una función,
como si en el seno mismo del relato más mimético fueran susceptibles de
lecturas no previstas en su configuración. Se trata de la posibilidad de
detenerse en detalles que rearticulen (desarticulen) de una manera no prevista
(no narrada) la historia, que desvíen el sentido de aquello que vemos. La
posibilidad de la liberación de la
mirada, incluso en el cine más controlado, más autoritario, que es a la vez la
posibilidad de que una imagen se desvíe o se disperse, está inscripta en la
lógica misma de la relación entre las imágenes en el montaje.
Esa posibilidad de
liberación de la mirada y de la imagen ha sido elaborada por Jacques Rancière
en su noción de image pensive: la imagen pensante es aquella que no define
su propio modo de ser mirada, que no se impone por sí misma, y cuyo estatuto es
cierta disponibilidad de lecturas, de miradas y de usos. Con la imagen pensante se desarticulan las
jerarquías entre aquellos que miran y aquellos que construyen el sentido de las
imágenes. Ahora bien, si la imagen
pensante es la posibilidad misma de aislar la imagen, el plano, de su
organización sintagmática previa, si incluso es la posibilidad de otorgarle un
sentido múltiple más allá de los que estaban inscriptos en ella, si es su nuevo
uso en otro orden discursivo, es decir, en otro film, ¿no es entonces la image pensive aquello que lleva a cabo
la práctica y la estética contemporánea del found
footage? ¿No es el carácter “pensante” de la imagen la posibilidad que ésta
tiene de ser leída y utilizada incluso contra sí misma, y en un sentido incluso
experimental, en un nuevo montaje visual y sonoro, como ocurre en algunos films
de found footage, como en las
notables películas de Yervant Gianikian y Ángela Ricci Lucchi?
En efecto, los
cineastas de origen armenio e italiano ya no conciben el cine en términos de
registro, de creatio ex nihilo, sino
precisamente en el de la recuperación material de la película y en la relectura,
el trabajo material sobre el film mismo, para redistribuirla en otra
configuración, es decir, volver a filmar con lo ya filmado. Esa redistribución
o re-montaje del film ya existente es precisamente un modo de trabajar la
pensatividad de la imagen, cuando, como ellos mismos enfatizan, se detienen en
los “elementos escurridizos” del plano, en los “márgenes”, en aquello que “rehúye”
la mirada.
Si bien se trata de una
práctica modernista (de Dziga Vertov a Jean-Luc Godard), sería preciso
considerar el found footage como una
estética contemporánea. Justamente porque su ejecución no depende tanto del
archivo sino del uso, la lectura, la nueva mirada sobre la imagen, cualquiera
sea, que pone en cuestión los fundamentos mismos del archivo. Con el found footage el archivo demuestra ser
una manera singular de lectura de la imagen -positiva, institucional, de
superficies, que se atendría a su sentido originario, inicial. No sólo la
disponibilidad proliferante de imágenes en las nuevas tecnologías permite esa multiplicidad
de miradas, sino que también la habilita su dispersión y su fragmentación. La
mirada errática del espectador-lector contemporáneo permite también,
paradójicamente, la mirada analítica, habituada a recorrer las imágenes de un
modo que ha dejado de estar plenamente controlado.
“Filosofía, estética y política en el cine contemporáneo”
Posfacio de Cine y
Filosofía
El cuenco de plata,
Buenos Aires, 2015
domingo, 9 de abril de 2017
martes, 4 de abril de 2017
martes, 28 de marzo de 2017
sábado, 25 de marzo de 2017
martes, 28 de febrero de 2017
miércoles, 22 de febrero de 2017
martes, 7 de febrero de 2017
sábado, 28 de enero de 2017
viernes, 27 de enero de 2017
jueves, 26 de enero de 2017
Siglo XX
Hubo una gran diferencia entre 1966 y 1976. Probablemente todo empiece con Bonnie and Clyde (Arthur Penn, 1967), quizás un poco antes. Pero por ahí. La única diferencia entre ese momento y este momento, es que las películas eran el centro de la conversación cultural. La gente usaba las películas para discutir las cosas que sucedían: militarismo, derechos gay, derechos civiles, derechos de la mujer, drogas… Y la gente se fijaba en las películas para discutir estas cosas. Si querías hablar de Vietnam, tenías Coming Home (Hal Ashby, 1978); si querías discutir de los derechos de la mujer, tenías una película como An Unmarried Woman (Paul Mazursky, 1978), y así. Cuando la sociedad mira a los artistas para entender qué es lo que sucede, ellos siempre van a estar listos para ese reto. Siempre va a haber artistas para ese momento. Cuando movemos las palancas, ya sea acá o en España, y la sociedad quiere conversar, es ahí cuando aparecen los artistas. ―Paul Schrader
lunes, 23 de enero de 2017
martes, 3 de enero de 2017
domingo, 1 de enero de 2017
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