jueves, 25 de junio de 2015

Definiciones

por Ambrose Bierce


Amor, s. Insanía temporaria curable mediante el matrimonio, oalejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos sencillos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo.

Aplauso, s. El eco de una tontería. Monedas con que el populacho recompensa a quienes lo hacen reír y lo devoran.

Autoestima, s. Evaluación errónea.

Bigamia, s. Mal gusto que la sabiduría del futuro castigará con la trigamia.

Bruto, s. Ver Marido.

Cagatintas, s. Funcionario útil que con frecuencia dirige un periódico. En esta función está estrechamente ligado al chantajista por el vínculo de la ocasional identidad; en realidad el cagatintas no es más que el chantajista bajo otro aspecto, aunque este último aparece a menudo como una especie independiente. El cagatintismo es más despreciable que el chantaje, así como el estafador es más despreciable que el asaltante de caminos.

Conservador, adj. Dícese del estadista enamorado de los males existentes, por oposición al liberal, que desea reemplazarlos por otros.

Deber, s. Lo que nos impulsa inflexiblemente en la dirección del lucro, por la vía del deseo.

Egoísta, adj. Sin consideración por el egoísmo de los demás.

Famoso, adj. Notoriamente miserable.

Fe, s. Creencia sin pruebas en lo que alguien nos dice sin fundamento sobre cosas sin paralelo.

Fidelidad, s. Virtud que caracteriza a los que están por ser traicionados.

Hipócrita, s. El que profesando virtudes que no respeta se asegura la ventaja de parecer lo que desprecia.

Hombre, s. Animal tan sumergido en la extática contemplación de lo que cree ser, que olvida lo que indudablemente debería ser. Su principal ocupación es el exterminio de otros animales y de su propia especie que, a pesar de eso, se multiplica con tanta rapidez que ha infestado todo el mundo habitable, además del Canadá.

Idiota, s. Miembro de una vasta y poderosa tribu cuya influencia en los asuntos humanos ha sido siempre dominante. La actividad del Idiota no se limita a ningún campo especial de pensamiento o acción, sino que “satura y regula el todo”. Siempre tiene la última palabra; su decisión es inapelable. Establece las modas de la opinión y el gusto, dicta las limitaciones del lenguaje, fija las normas de la conducta.

Justicia, s. Artículo más o menos adulterado que el Estado vende al ciudadano a cambio de su lealtad, sus impuestos y sus servicios personales.

Malechor, s. El principal factor en el progreso de la raza humana.

Moral, adj. Conforme a una norma de derecho local y mudable. Cómodo.

Nepotismo, s. Práctica que consiste en designar a la propia abuela para un cargo público, por el bien del partido.

Occidente, s. Parte del mundo situada al oeste (o al este) de Oriente. Está habitada principalmente por Cristianos, poderosa subtribu de los Hipócritas, cuyas principales industrias son el asesinato y la estafa, que disfrazan con los nombres de “guerra” y “comercio”. Esas son también las principales industrias de Oriente.

Paciencia, s. Forma menor de la desesperación, disfrazada de virtud.

Presente, s. Parte de la eternidad que separa el dominio del desengaño del reino de la esperanza.

Radicalismo, s. El conservadorismo de mañana inyectado en los negocios de hoy.

Rumor, s. Arma favorita de los asesinos de reputaciones.

Sabiduría, s. Tipo de ignorancia que distingue al estudioso.

Tacaño, adj. El que indebidamente quiere conservar lo que muchas personas meritorias aspiran a obtener.

Una vez, adv. Suficiente.

(Del Diccionario del Diablo, El Aleph, 1999)

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