domingo, 27 de marzo de 2011

Mientras tanto, en Kakania

3 comentarios:

  1. Esto es genial. Más allá de la discusión de cascarrabia, me quedo con la imagen del viejo, solo en el banco, esperando ser atendido como si estuviera en el médico. Parece, aunque no salió en la nota, que gritó:¡qué país de burócratas! ¡En la época del Pepe (Batlle) esto no pasaba!
    Parece también que salió apurado para llegar en hora al comienzo del 6to campeonato interbarrial de Bochas en el Nueva Palmira. El premio era, justamente, un fin de semana en el complejo para pasivos del BPS en Las Cañas.

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  2. El banco, el cartelito del colegio, las baldosas en damero, el milico parado en silencio, las matronas sacando fotos, el señor que pasa con muletas, el cartel colgante con letras recortadas, los funcionarios, la calentura, los argumentos, los contra-argumentos, un presidente de la república caminando de espaldas, encorvado y vencido: todo el cuadro (y el fuera de cuadro que Ud. aporta, Babuche) es tan demoledor, tan contundente, tan tragicómico como el prodigio de ver la historia completa por el ojo de la cerradura. Ni Florencio Sánchez, mire.

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  3. Nuestro héroe, sigue haciendo de las suyas. Lucha contra las fuerzas del mal, se enoja y sale incomprendido como siempre. La filosofía bolichera vuelve a caer derrotada y todos lloramos las desdichas de nuestro viejito valiente.
    Burócrata número dos, notable como villano.

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