¿Sueñan las ovejas con androides a pila?

Tres videoclips musicales muy recientes: “L”, “B” y “S”.

6 similitudes:

1) cada uno debe haber costado nuestro presupuesto familiar de cinco años;

2) están al servicio de paupérrimas, adocenadas y estúpidas canciones;

3) poseen un descriterio estético tan acentuado que el espectador no podrá encontrarles un atisbo de coherencia ni habiéndose encajado toda la pasta base, la chala, el éctasis, la merca y la grapa de la ciudad. Del sentido ni hablar;

4) tienen a damiselas bailando y, digamos, “actuando” en situaciones inverosímiles;

5) cometen “anécdotas futuristas” (de alguna manera hay que llamarlas);

6) exhalan un penetrante aroma a entrepierna femenina después de mucha acción.

6 diferencias:

1) “L” es el que más se acerca a la definición de “lo camp”;

2) “B” es el que contiene la mejor secuencia: la protagonista-cantante cagándose a trompadas consigo misma (si es que entendimos bien lo que pasa en ese match filo-Matrix);

3) “S” es el que tiene a la protagonista-cantante más apetitosa;

4) “L” es el que tiene a la protagonista-cantante más bagayo;

5) “B” es el que exhibe más producción, pero también el que más se acerca a la definición de “pastiche”, o de “cualquiera”.

6) “S” es el más explícito respecto a lo de la entrepierna femenina (si es que entendimos bien la metáfora de ese túnel encarnado).

PD: Disculpas por un post tan al pedo, título incluido, pero hoy andamos medio hartos de tanto laburo.

PD 2: Castrato, lo desafiamos a que encuentre una cita de Borges para esto.